Dr. Juan Carlos Ruiz
Pediatra |
Los padres deberían empezar a buscar un pediatra alrededor del segundo trimestre del embarazo. Es un error esperar hasta que el niño haya nacido porque el niño necesita evaluaciones apenas nazca. Una vez que los padres escogen un pediatra, ellos deberían reunirse con el doctor para ver si se llevan bien.
La mejor manera de encontrar un pediatra es a través de la referencia de alguien que también tiene un niño. Los que han tenido una experiencia directa son los mejores jueces. Además hay páginas web como la de la Academia Norteamericana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) donde la gente puede revisar los antecedentes del doctor. Si los padres no tienen acceso a computadoras, entonces las referencias son la mejor opción. Inclusive teniendo la información disponible en la Internet, la experiencia directa le dirá mucho más.
Para algunos padres es muy importante saber un poquito sobre los antecedentes del doctor, dónde se entrenó, a qué escuela de medicina fueron, qué entrenamiento especializado han tenido o si se especializaron en algún cuidado pediátrico en particular. También es importante averiguar el horario de un doctor y qué tan disponible está. Los padres deberían saber adónde irá su niño en caso de una emergencia o de una estadía extendida en el hospital y quién proveerá ese tipo de cuidado. Además, es importante conocer el hospital, porque en algunos casos, especialmente en los barrios más pobres, los hospitales están conectados con farmacias y prescriben drogas cuando no son necesarias.
El costo no debería de impedir que las familias de bajo ingreso económico obtengan cuidado de salud para sus niños. Los niños nacidos en los Estados Unidos son ciudadanos automáticamente y tienen el derecho de recibir cierto tipo de cuidado médico. Los padres también podrían calificar para MediCare. Existen programas estatales que proporcionan cuidado de salud gratis o a bajo costo para familias que lo necesitan. CHDP es uno de esos programas. Ellos tienen proveedores que son pagados por el estado y ofrecen vacunas y cuidado preventivo.
La comunicación entre los padres y el pediatra es lo más importante. Aquí es donde se establece la confianza. Aquí también es donde el pediatra averigua las creencias de los padres y sus prácticas particulares. La comunicación es una calle de doble vía y ayuda a evitar cualquier malentendido.
Si los padres hablan un idioma diferente al del pediatra, entonces los padres deberían saber que probablemente habrá en el personal del hospital alguien que pueda traducir y comunicarse con los doctores. Muchos padres se apoyan en sus niños para traducir, pero mucho puede perderse en la traducción. El lenguaje debe ser un criterio cuando los padres están buscando un doctor.
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